miércoles, 21 de marzo de 2007

Dengue: Producción de Repelente a base de Citronela

Agroindustrias trabaja en el desarrollo y la producción de repelente para mosquito elaborado a base del aceite de citronela.

Los productos desarrollados son repelente líquido y repelente en crema a base de aceite de citronela en concentraciones del 2% y 10%. Los mismos son utilizados para repeler a los mosquitos transmisores (vectores) de distintas enfermedades.
Teniendo como principal característica este producto de ser de escasa toxicidad, apto para su uso en neonatos y niños de corta edad, por tratarse de un producto natural, obtenido a partir de vegetales que se cultivan en nuestra zona. El aceite de citronela es un extracto de los derivados terpénicos presentes en diversas especies vegetales y está compuesto de citronelal, limoneno y otras sustancias similares.
Científicamente no se conoce el mecanismo por el que se produce la actividad repelente pero se piensa que se debe a una acción mixta por un efecto desagradable sobre las terminaciones sensitivas así como un bloqueo de la percepción química que usan para orientarse.
La citronela suele combinarse a otros compuestos para aprovechar su agradable olor. Es poco tóxico y su aplicación tópica no suele provocar ninguna reacción adversa, lo que unido a su bajo coste hace que su empleo este muy extendido a pesar de su limitada eficacia repelente.
Una de las primeras estrategias para combatir los mosquitos consistió en repelentes botánicos. Algunas veces las hojas y las plantas frescas se colgaban en las áreas de descanso, otras, se quemaban para producir humo que ahuyentaba a los adultos y evitaba así la succión de sangre y transmisión de enfermedades. Después se observó que las hojas estrujadas y aceites de semillas se frotaban en la piel para reducir las picaduras. Más recientemente, los aceites se integran a los combustibles, como la cera y el petróleo, para liberar las substancias repelentes al medio.
Los repelentes son las sustancias que se aplican sobre la piel para ahuyentar a los insectos y así evitar sus picaduras y las lógicas molestias y enfermedades que ocasionan. Los repelentes no matan al insecto pero lo alejan, y son la mejor prevención de enfermedades como dengue, paludismo o malaria.
El primer repelente que se empleó fue el aceite de citronella, luego se comenzaron a utilizar una sustancia de síntesis denominada dimetil ftalato y en el año 1952 se popularizó el DEET (dietil toluamida) hasta el punto de que la mayoría de los repelentes hasta hoy se han formulado con él. El inconveniente del mismo es su toxicidad e irritación de pieles sensibles por lo que se han vuelto a los productos naturales.
Los mosquitos transmiten un gran número de enfermedades, algunas de menor importancia, y otras, tal como el dengue, fiebre amarilla y la malaria, que extraen un costo inmenso en vista de pérdidas de vida, incapacitación, sufrimiento y pérdidas económicas.